Yo estaba cocinando. Me sentía feliz de poder mostrarles a mi familia lo poco que había aprendido hasta ese momento en la escuela de repostería. Ya casi terminaba de cocinar las tapas de alfajores cuando llegaron mis abuelos del supermercado. Mi abuela con cara de preocupada dejó unas cosas sobre la mesa y se fue a hablar por teléfono. A mi tía le habían robado y estaba en el hospital descompuesta, hasta ese momento no parecía nada grave. Se fueron al hospital y preparé la cena para mis tíos, mi prima y yo. Cuando terminamos de cenar llegan mis abuelos del hospital, mi tía estaba muy grave, casi en las últimas. Se prepararon un gran termo de café y se fueron a pasar la noche a la clínica.
Al otro día me levanté y no había nadie, llamé a mi mamá para que venga a quedarse conmigo. Me estaba demasiado sensible, hasta ese momento nadie me había contado bien que era lo que estaba pasando, en realidad creo que nadie caía tampoco en lo que estaba pasando.
Junto con mi mamá llegó el llamado de que mi tía había sufrido un 'neurisma' o algo así, tenía muerte cerebral y la iban a desconectar al otro día. Rompí en llanto y no me podían calmar. Nunca me habían sentido de esa manera.
No hubo muchas muertes significativas en mi familia. Cuando falleció mi bisabuela yo estaba mentalmente preparada porque ya venía enferma pero esto me tomó muy de sorpresa, no podía creerlo.
Al día siguiente tuve que ir al colegio, hacía frío. Me sentía un zombie viviente. Estaba confundida y algunas personas abusaron de eso. A la tarde decidí ir al velatorio, jamás había ido a uno y creo que es el único al que asistiré.
Era una sala pequeña pero la sentía gigante y vacía aunque estaba llena de gente. Todos estábamos llorando, pendientes de mi prima. Ese abrazo con ella fue el más lindo y sincero que recibí en la vida. Siempre nos compararon bastante, las dos vivíamos solas con nuestra madre y esa es la única familia que tenemos de cierto modo, además de eso somos bastantes parecidas en la personalidad y en ciertos gestos.
Hoy hace un año de todo eso.No lo puedo creer, parece que fueran meses, que fue hace unos días que pasó eso...
Revivir todo esto me hace sentir como cuando recibí la noticia, como el primer cumpleaños donde no estabas para cantar ' salute, felicidades...', como cuando no me llamaste a las 12 para mi cumpleaños, como cuando no estuviste para felicitarme cuando me entregaron mi diploma, como cuando no estuviste para festejar la inauguración del Lubricentro, y como un montón de momentos más que nos hiciste mucha falta.
Siempre vas a estar en mi corazón y te voy a recordar con una sonrisa llena de lágrimas.
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